martes, 26 de junio de 2012

Amor glacial.

Tus ojos azules, tus perfectos ojos de color zafiro, esos mismos que llevan nueve años a mi lado, son mi única salvación. Son mi vía de escape, mi calma, en ellos está mi paz. Tus manos, fuertes y frías, esas mismas que dibujan paraísos para mí, esas que se aferran a las mías y me enseñan el camino. Son esas manos las que sostienen las mías cuando quiero bailar, las que me calman el dolor, las que me alejan de la oscuridad.

Con sólo una sonrisa congelas mi corazón, me enfrías la piel, ralentizas mi circulación. Influyes tanto en mí que llega a ser peligroso. Mas no deseo otro descanso que no sea en tus brazos. Llegaste a mi mundo y contigo llegó el invierno, el frío.

Gélido e iracundo, así eres tú. No hay forma de cambiarte. Bajaste la guardia y me dejaste ver más allá de esa frigidez. En tus abrazos hallé calor y cada abrazo fue una oleada de amor.

Me enamoré de la forma más irracional. Cuando pienso en ti mi corazón se endurece, noto en mi pecho un bloque de hielo. Es la forma que tiene mi ser de decirme que nuestro amor es imposible. Es la forma en la que tú me dices que me amas, congelando mi iluso corazón.

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